En Silencio Azul, representa la calma desde un lugar profundo de introspección, donde el ruido exterior se disuelve y solo permanece la esencia. La obra captura ese instante íntimo en el que el alma, libre de expectativas y heridas, se encuentra con paz interior. El uso del azul denso y envolvente absoluto simboliza el silencio fértil donde todo se comprende sin palabras. Con los ojos cerrados y el rostro sereno, nos habla de una rendición voluntaria al presente y de un principio de aceptación radical del ser.Este autorretrato no busca mostrar el cuerpo, sino el espíritu. Es un portal hacia la mujer que ha emergido capa a capa, en calma, con fuerza suave. Una imagen que guarda la memoria de muchas batallas internas, y que ahora se ofrece como espejo para quien se atreva a cerrar los ojos… y escuchar el silencio que hay en sí mismo.