Esta obra bíptica simboliza la transformación interior y el renacer femenino, representada por una mariposa que surge al unir ambas piezas. Cada trazo y color reflejan el viaje emocional hacia la libertad, el control interno y la conexión con el diseño original del alma. Es una invitación a abrazar el cambio, soltar las ataduras emocionales y desplegar las alas hacia una nueva versión de nosotros mismos, más libres y más empoderados.